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A sus 23 años, Arantza Inostroza se erigió como la mejor floretista sudamericana, asegurando su cupo a los Juegos Olímpicos de París 2024.

 

Tras superar la fase de grupos del Grand Prix de Washington, Arantza logró ubicarse en el puesto 41° del escalafón mundial de esgrima. Así, la brasileña Mariana Pistoia (51°) no pudo arrebatarle el cupo otorgado por ránking a la floretista nacional.

 

Luego de un extenso viaje de vuelta a nuestro país, de más de 10 horas, Arantza conversó con Vívela UC sobre sus emociones tras el logro y su preparación, de cara a la cita internacional en Francia. 

 

 

"Obviamente estoy muy feliz. Muy contenta, también muy orgullosa de todo el trabajo que se ha hecho en este tiempo. Esta clasificación, de verdad, tiene mucho esfuerzo detrás. No es algo que haya sido una sorpresa, para mí al menos, porque trabajé mucho para este logro y también mi equipo". 

 

 

"En esta última competencia tenía presión, porque era la última de clasificación. Y no me había ido muy bien, no tan bien como yo esperaba. Entonces estaba como media bajoneada. Pero después supe que había clasificado, que había quedado mejor en el ránking mundial.  Y ahí pasé de estar muy triste a estar muy feliz".

 

 

"Mira, este sueño yo lo tengo desde siempre. Desde que empecé a hacer esgrima. Cuando estaba peleando en juvenil o cadete, yo ya quería. Era mi sueño. Y, a medida que estaba más cerca, sobre todo en este último tiempo, último año, pensar en la idea de clasificar era como que me emocionaba". 

 

 

“He tenido apoyo de mi escuela, también de Deportes, sobre todo en el tema de la inasistencia (a clases). Creo que es lo más complicado, porque justo las competencias son en periodos de universidad, o también las preparaciones. Sí he sentido el apoyo y eso es súper agradable, porque puedo hacer esgrima, puedo representar a Chile, sin la presión de que me están como reteniendo del lado de los estudios [...] Para mí, los estudios son importantes, a mí me gusta mi carrera, entonces siento que me puedo desarrollar en ambas cosas y no sacrificar una”.

 

 

“Compatibilizarlo ha requerido mucho esfuerzo, mucho tiempo, los tiempos libres dedicarlos a estudiar. Ha sido duro. Pero la verdad es que yo igual soy organizada. Eso me ha ayudado a compatibilizar los tres mundos: mi vida personal, esgrima y la universidad. Pero igual tengo tiempo reducido: a veces no estoy en mi casa o no puedo salir porque tengo que estudiar, porque no tengo tiempo. Pero creo que como lo he hecho antes, lo voy a volver a hacer. También con el apoyo de la Universidad, que me siga apoyando, que lo agradezco, para sacar lo mejor de mí”.

 

 

“Yo creo que puede aportar mucho, sea de alto rendimiento o no, el tiempo de ocio (deportivo) es súper importante. Porque, así como hay que esforzarse y darle duro al estudio, también es importante el tiempo de recuperación. A veces es mal visto, pero es fundamental para poder seguir disfrutando lo que uno está haciendo. Porque además de disfrutar las metas, hay que disfrutar el camino”.