Por Eduardo Mujica

 

Desde lejos su figura es inconfundible. Con su más de metro ochenta de alto y su cabello rubio con tonalidades rojizas, un teñido que se ha ido desgastando por el paso de los días y que fue por una apuesta en un canal de TV, el que se acerca a la plaza ubicada en Presidente Errázuriz es Lucas Nervi, recientemente medalla de oro en Santiago 2023 en el Lanzamiento del Disco.

 

Al discóbolo se le nota cansado, pero, como es habitual en él, esconde ese agote con su energía y efusividad, graficada en su siempre sincera sonrisa.

 

Desde que ganó el oro la vida del atleta y estudiante de Ingeniería Civil cambió. Mientras se saca fotos con la casaca de la UC, comenta la sorpresa que, desde que triunfó en los panamericanos, su cuenta de Instagram se disparó en seguidores. Pero se lo toma con calma. Agradece el cariño del público y que centenares de personas le pidan fotos. “Es muy bacán”, comenta siempre riendo.

 

El que para muchos fuera un outsider del atletismo, comenta lo que fueron los primeros panamericanos en Chile y una victoria que lo confirma como uno de los atletas más prominentes del país. Entre su copada agenda, quiso hacerse un tiempo para conversar con la UC para abordar su reciente éxito y repasar lo que fue Santiago 2023.

 

 

El haber trabajo bajo presión fue súper importante para poder volver al ritmo competitivo que tenía. Venía de la lesión muy fuerte. Fue importante forzarme a lanzar lejos. Sabía lo que quería en este campeonato y sabía lo que tenía que hacer para prepararlo. Por mucho que el año fue difícil lo sacamos adelante. 

 

 

Justamente. Tiene dos partes. Es mi mejor marca de la temporada. Por más que esté enojado y quiera lanzar más lejos, evidentemente es lo mejor que tenía este año y eso es bueno. Por otro lado, la diferencia entre los entrenamientos y la competencia sigue siendo mucha. Sigo picado porque puedo dar mucho más. Pero hay competencias en las que busca la medalla y otras la marca. Acá hicimos la pega.

 

 

De todas maneras. Mi comportamiento y la actitud con la que tomo el deporte no cambia en nada, pero cambia la exposición mediática. Ahora es mucho más importante la influencia que tengo en los chicos, en los deportistas que están surgiendo. Lo digo porque me tocó estar de ese lado y compartir las competencias con mis compañeros con los que me emocioné cuando ganaron. Sé que tengo una responsabilidad para seguir impulsando mi carrera deportiva.

 

 

Increíble. Muy bonito. No me ha caído la teja todavía. Era algo tan claro que tenía que buscar que fue muy natural. Ha sido bacán recibir el cariño de la gente y cómo se emocionó con eso. Era lo que estaba buscando.

 

 

Sabía que me dejaba bien parado del ranking en la prueba, pero no termina hasta que se lanza el último. Estaba destrozado físicamente. Pensé que los gemelos se me partirían. Fue muy loco tener que salir adelante y que tenga que seguir lanzando pese a las molestias físicas. Estaba preparado para que me pasaran y tener que pasarlos de vuelta.

 

 

La verdad no le di muchas vueltas. Sabía que venía Dacres, pero me dio un poco lo mismo quién estuviera al lado. La meta siempre fue la misma. 

 

 

Sí. Es que era algo de números finalmente. Yo estaba octavo en el ranking. Tampoco esperaba que la gente me pusiera las fichas, viendo a Claudio (Romero) en la competencia. Los que tenía más fichas en mi participación era yo y mi equipo, y mi familia. El año había sido complicado y en las competencias no había podido rendir como quería.

 

 

Muy bien. De hecho, cuando llegó Harold Mayne-Nicholls cambió mucho el panorama. Antes de que llegara estaba casi seguro que el campeonato lo cambiarían del lugar y que iba a pasar algo grande porque estaba muy atrasado. Se ordenó mucho después de que llegó. Habían detalles, pero para el contexto estuvo increíble.

 

 

Sería maravilloso. El sueño de todo deportista es tener unos Juegos Olímpicos en casa. El cambio cultural con Santiago 2023 ha sido notorio. Tenerlos en casa sería un trampolín para el avance de la cultura deportiva del país. 

 

 

No había muchas palabras. Más que las palabras, el estar acompañándote ya es bacán y reconoce el trabajo que hay detrás. Han visto sacarme la cresta. Ellos, al igual que yo, le ponen énfasis a la preparación que el resultado. La parte difícil la vieron.

 

 

No me cambia mucho el panorama. Me gusta que me pidan fotos y me reconozcan porque es una muestra de cariño de la gente. Obviamente hay un momento en que uno se cansa, más en esos días en el estadio, que era muy agotador, pero no deja de ser bonito. 

 

Me recogen a las nueve de la mañana y me pasean por Santiago hablando. Llego a las siete a la casa muy cansado y a dormir y despertarme al día siguiente.

 

 

Sí. De todas maneras. Ha sido parte muy importante de mi desarrollo como deportista. Uno llega a la competencia en un estado instintivo, medio animal. La música te deja explorar ese estado sin necesariamente tener que estar compitiendo. Fuera de eso, los ejercicios que uso para estudiar música muchas veces los hago en mi cabeza mientras compito para poder orientar la cabeza y con el cuerpo con para lanzar. De hecho, he ido a un par de conciertos estos días.

 

A Sceptiflesh, que es un grupo de metal griego y a Borknagar, uno de metal noruego.

 

 

Dejemos cuatro: Death, King Crimson, Chico Trujillo y Joe Vasconcellos.

 

Es esencial. Al final lo que te diferencia es lo que haces fuera de la pista. En mi caso siempre he estado abierto a todo lo que es pedir ayuda. Uno no se las sabe todas dentro de la competencia. La meditación te ayuda a hacer una pausa y encontrar de verdad hacia dónde quieres ir como persona.

 

 

Tengo que cumplir una todavía.

 

 

Tengo que hacerme un tatuaje. En TNT Sports me hicieron el link con el tatuador y ahí vamos a organizar algo.

 

 

No hay nada claro. Sé qué quiero que signifique, pero no sé qué haremos

 

 

Improvisar. Estar mucho rato con el instrumento. La guitarra o el bajo.

 

 

Sí. Lo empecé a decir en las entrevistas que sigo usando la toalla como método de entrenamiento. Cuando nos sacaron de nuestro rincón en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) estábamos entrenando la técnica en el pasillo del baño del CAR. Ahí estábamos lanzando toallas, al igual que la pandemia.

 

 

Es el objetivo principal. Es el sueño de todo deportista y estoy metido en el grupo que quiere llegar a lo más alto en los Juegos Olímpicos. Quiero asegurar mi clasificación. Necesito una o dos competencias manteniendo el nivel que tuve en los Panamericanos.

 

 

Al rector lo conozco desde chico. Es muy cercano a mi familia. Era mi pediatra. Cada vez que tuvimos la posibilidad de interactuar en la universidad ha sido muy bacán conmigo y siempre me ha mostrado su apoyo. Está muy pendiente de los deportistas. Es bonito tenerlo como rector.

 

 

Ha sido increíble para poder convalidad el deporte con la universidad. Han sido muy bacanes a la hora de priorizar el deporte, que es algo importante, y que no en todos lados se permite. Un apoyo gigante.

 

 

Sí. Definitivamente. Y todo el tema mediático que se da de manera interna en la universidad. La gente me llega a decir que ve mi cara en un mail. Muchas gracias por eso. Es todo un entorno que te ayuda a seguir adelante. Te das cuenta que no estás solo.

 

 

Sí. Hay que sacar el prejuicio de que la universidad es la tumba de los deportistas. Es completamente equivocado. Tienen un rol fundamental a la hora de apoyar el deporte en Chile y apoyar a quienes estudian y son deportistas. Es necesario un mayor involucramiento de las universidades en el deporte.