Mariana Zúñiga, estudiante de Psicología UC y arquera del Team Chile y Para Chile, recibió el pasado 30 de mayo una noticia que esperaba hace mucho tiempo: la confirmación de su cupo a los Juegos Paralímpicos de Paris 2024.  

 

“Yo prácticamente llevo soñando con estos Juegos desde 2018. Ese año entré al programa de proyección paralímpica de tiro con arco y ahí fue cuando me dijeron: ‘¿Quieres ir a unos Juegos Paralímpicos?’ Y respondí: ‘sí, sí quiero’. Ahí me proyectaron para lo que iba a ser París 2024”, cuenta la deportista.  

 

A solo semanas de ratificar que representará, nuevamente, a Chile en una cita de esta envergadura, tras la obtención de la medalla de plata obtenida en Tokio 2020, Mariana conversó con Vive la UC para ahondar en lo que será esta segunda aventura Paralímpica, sus anhelos, sus aprendizajes a lo largo de estos años de preparación y el aporte de la Comunidad UC en su formación personal y deportiva.

 

 

Siento que llevo seis años soñando con este mega evento como para llegar a calentarme la cabeza por querer revalidar una medalla que ni siquiera estaba planeada, siento que no vale la pena. Entonces prefiero vivir estos juegos como si fueran los primeros, que literalmente van a ser mis primeros juegos con público, primeros juegos teniendo muchas cosas de las cuales me perdí en Tokio por la situación de pandemia en la que estaba. 

 

 

Sí, obvio, la presión siempre va a estar. La presión y la expectativa del resto siempre estará. Y, de hecho, yo creo que la pregunta que más frecuentemente me han hecho desde que gané el cupo es: '¿Cómo se siente esta nueva clasificación? ¿Y qué se siente ir a revalidar el logro anterior?' Y ahí digo: ’yo no voy a revalidar nada, voy a vivir los juegos’. La presión es algo que siempre va a estar ahí, la interna y la externa. 

 

¿Cómo manejas esa presión? 

 

Yo creo que, hasta el año pasado, hablando de lo que hubo Juegos Panamericanos y Parapanamericanos, sí me pesaba este hecho de la medalla. Es decir, por ejemplo: ‘yo soy subcampeona paralímpica, estoy compitiendo acá en casa, tengo la oportunidad de salir campeona en mis primeros Juegos Parapanamericanos’. Y sí, tengo que admitir que en ese momento sí me pesó mucho, en el fondo, la historia (...) Entonces, siento que he ido manejando un poquito mejor este año esa expectativa y siento que lo he ido manejando a través del querer estar o el querer sentirme presente en lo que estoy haciendo, el observar y disfrutar un poquito el proceso, más que el resultado”. 

  

¿Cómo valoras el haber participado en ambos torneos en Santiago 2023, en los Parapanamericanos y en los Panamericanos?  

 

“Fue una experiencia dura, porque significó estar casi un mes fuera (...) Fuera de mi casa, de la universidad, lejos de mis seres queridos. Si bien tuve un par de días en los cuales pude estar en casa, entre ambos juegos, sí fue una experiencia muy agotadora (...) Me acuerdo cuando se me acercaban voluntarios o gente del staff, me decían: ‘No sabía que ustedes podían entrar a la Villa (Olímpica) todavía’. Y me tocaba explicarles: ‘Lo que pasa es que yo estoy compitiendo en el convencional y el paralímpico, estoy compitiendo en los dos’, eso igual era agotador. Igual me pegó un poquito eso, el decir: ‘¿Por qué no? ¿por qué se supone que yo no debería estar acá? Tengo todo el derecho y todos los requisitos para poder estar’. Me sentía como un bicho raro dentro de los Juegos Panamericanos. Pero como te digo, son dos experiencias distintas (comparada con los Parapanamericanos) y que obviamente ambas las disfruté mucho. 

  

 

Yo creo que mi meta es justamente, como decías tú, poder marcar un antes y un después en el deporte paralímpico. Y si, por ejemplo, el tiro con arco, que no tiene mucha diferencia entre el convencional y el paralímpico, permite ese tipo de flexibilidad para las personas que están en una situación de discapacidad... No es mi deber, pero siento que si puedo aportar a que un niño en "x" parte de Chile me vea y diga: ‘Wow! El deporte es inclusivo y yo lo puedo hacer’, eso para mí ya es valioso.  Para mí ese tipo de experiencia hace que valga la pena participar en esto. 

  

 

 

Voy a ser un poco imparcial y diré que la Comunidad UC en general, porque siento que, dentro de lo que llevo siendo estudiante, he recibido mucho apoyo de la universidad. Claro, el primer semestre yo estaba preparándome para los juegos y me acuerdo de que de la Dirección de Asuntos Estudiantiles de Psicología me llamaron y me dijeron: ‘Oye, sabemos que va a enfrentar este desafío y nos preocupa tu carga académica y tu bienestar’. Y me dijeron bueno, te damos la posibilidad como caso extraordinario, como bajar la carga académica para este semestre. La Dirección de Deportes también, súper ágil al momento de responderme, de ayudarme con los certificados para poder mandarlos a Psicología. Los profes súper comprensivos, varios me han hecho barra. Y también mis compañeros (...) La verdad es que se siente muy bonito el poder sentir el apoyo de mis compañeros en ese sentido, verlos como tan, no sé, conectados con lo que yo estoy haciendo también. 

  

  

También hay una cosa muy linda que siento que me pasa en toda la Universidad. Por ejemplo, varias veces me he topado con alumnos de otras carreras que de repente, no sé, yo estoy esperando algo y se me acercan y me preguntan: ‘¿Oye, tú eres la que estuvo participando en, por ejemplo, los Juegos? Y yo les digo: ‘Ah, sí. Sí, soy yo'. Y dicen: ‘felicitaciones' o 'gracias por representar el país’, cosas así. Siento que para mí ese tipo de interacciones me gustan mucho, es como un cariño para el alma y es un recordatorio de decir: 'ya, el camino sigue bien'. 

 

  

Un lugar donde más me gusta estar... Yo creo que ahora en invierno mi lugar favorito de la biblioteca, porque está calentito (ríe). Pero, en general, yo creo que es por la zona de la Concha Acústica, esa parte con pastito, más al aire libre, siento que me gusta mucho. 

 

  

Yo creo que la anécdota de que yo entré en pandemia, entré en el 2021. Yo me acuerdo de que en 2022, que ya empezaron las clases presenciales, no conocía a nadie de cara. Nos invitaron a una actividad, para que nos conociéramos, para que no fuera como tan chocante el tema de la presencialidad. Y me acuerdo de que se me acercó una compañera y me dice: ‘Mariana, ¿Cómo estás?  Yo la saludo, la abrazo, y yo en mi mente pensé ‘¿Quién es?’ Y claro, después la niña nos dice: ‘Yo soy la X en Instagram. Y ahí me acordé de que yo había conversado muchas veces, o sea, no conversaciones muy extensas, pero sí habíamos interactuado varias veces por Instagram y sabíamos que las dos estudiábamos la misma carrera, que estabamos en el mismo año.  

 

Y bueno, también el tema de la presencialidad, el tema de buscar sala. Me acuerdo de que mi primera búsqueda de sala fue una odisea, fue una odisea poder encontrar la sala en la cual me he tocado clase. Creo que tenía una clase, en ingeniería. Pero claro, como que las salas para un lado tenían una letra, para el otro lado tenían otra y la sala en la que me tocaba estaba como justo en una esquina. Encontré muy engorroso encontrar la sal, y de ahí para adelante dije: ‘ya, todos los principios de semestre voy a llegar con al menos 15 min de anticipación a la sala’. 

  

  

Sí hay cosas que, por ejemplo, voy pasando en la universidad y que siento que a mí me van haciendo sentido, no solamente en lo educativo, sino como dentro de lo que es como mi proceso personal.  Y siento que igual es una herramienta muy útil, porque yo siento que el deportista no es un agente externo a lo que es la propia persona, entonces siento que todo lo que influye en la persona va a influir en el deportista y viceversa. Entonces, siento que todo esto, estos nuevos conocimientos que voy adquiriendo, estas reflexiones sobre lo que voy entendiendo en mi formación como psicóloga, me ayudan en mis distintas etapas como persona, como deportista, como estudiante. 

 

 

  

  

Para mis competencias, yo creo que se transformó en cábala el hecho de maquillarme. Las personas me reconocen porque yo siempre me pongo un labial muy rojo y me preguntan: '¿De qué marca es?' o dónde me lo compré. 

 

 

Creo que no tengo cábala para las pruebas, como que simplemente me entrego. 

 

Yo toda la vida he tenido perros, pero siempre me han gustado mucho los gatos. De hecho, mi pololo tiene gatos y cuando voy a su casa estoy apegada a ellos. 

  

  

Para relajarme, algo que disfruto mucho es ir escuchando música mientras manejo. 

  

Cuando estoy acá en la casa, jugar en el celular, por ejemplo. Si estoy con mi pareja, yo creo que una de las cosas más relajantes es recibir un abrazo. 

  

  

Otro deporte que me guste, sí. Hay un deporte que lo encuentro muy bonito. Yo creo que, en algún momento, si es se llegara a dar acá en Chile la oportunidad, me gustaría poder experimentar la esgrima en silla de rueda o quizás el para atletismo en silla de rueda. Yo creo que son como los dos deportes que más me llaman la atención. 

  

 

Yo soy como de escuchar de todo. No me caso por nada, pero sí hay una banda que me gusta mucho, que de hecho los fui a ver el año pasado también con mi pareja: son una banda que se llama Morat. 

 

  

Yo creo que un consejo que le daría a mi Mariana chiquita sería que no se preocupe tanto de encajar. Que no se preocupe tanto de encajar y que eventualmente en algún momento va a encontrar el lugar donde va a encajar sin necesidad de buscar. 

Hay un lugar en el cual se sienta contenida y segura, y que no va a tener que cambiar para poder entrar.