Es un día muy frío, pero se escucha música fuerte y alegre. Todo está listo para la entrega de las medallas. Sólo falta que se juegue el último partido de fútbol de las Olimpíadas Novatas 2014. Es la primera vez que se realiza un evento como este, organizado por el cuerpo de tutores de Ingeniería.

Estaba planeado desde 2013, pero solo ahora pudo llevare a cabo. “La realizamos como una marcha blanca, pero pensamos instaurarla a futuro como algo más grande e icónico dentro de los novatos de ingeniería”, dice Sebastián Tapia, uno de los organizadores de esta actividad.

El cuerpo de tutores es un proyecto que depende de la dirección de pregrado de Ingeniería UC y que tiene la difícil misión de integrar a todos los novatos a la Escuela y a la vida universitaria. Está conformado por los mismos estudiantes, de segundo a sexto año de la carrera, y se divide en seis áreas: Coordinación General, Finanzas, Actividades, Recursos Humanos, Orientación Académica y Gestión y Comunicación.

Son 71 tutores en total, a quienes se les asigna un grupo de 10 novatos a comienzos de año, con los que tienen que trabajar en un proyecto durante el primer semestre para el curso “Desafíos de la Ingeniería”. El curso tiene siete secciones de 100 alumnos cada una. Y esas mismas secciones fueron las que utilizaron para estas Olimpíadas —en las disciplinas de fútbol varones, basquetbol mixto y vóleibol damas—, más un octavo equipo formado por tutores.

Son casi 700 novatos los que ingresan cada año a la carrera, pero los organizadores sabían que era difícil motivarlos a todos. La fecha escogida, el periodo de clases, los laboratorios y ayudantías fueron algunos de los factores que influyeron en la convocatoria de este evento y, aunque los organizadores no están satisfechos con el número de participantes —entre 100 y 130 alumnos—, el ánimo está lejos de decaer: “Consideramos que fue una muy buena actividad. Además, en cuanto a logística, salió todo muy bien. También escuchamos muchos comentarios de novatos que efectivamente querían participar, pero por problemas de tiempo no pudieron hacerlo”, comenta Tapia.

Javier Núñez, estudiante de primer año y vencedor junto a su equipo de fútbol, dice que fue una muy buena instancia para llegar a conocerse con sus compañeros. “A muchos los ves en la sala de clases pero nunca les llegas a hablar. Con esto se puede generar buenos lazos”, agrega.

La premiación se vivió con euforia. Los ganadores saltaban y se tomaban fotografías, mientras que los organizadores repartían manzanas y agua para los asistentes.

Por Ignacia Godoy, estudiante de Periodismo.
Editado por Paz Vásquez (pvvasque@uc.cl)