Un nuevo paso para el deporte universitario en la UC: Cambios en la normativa y nuevas denominaciones

Creado en 1984, al reglamento se le realizó una actualización, con cambio de nombre incluido, que permitirá a que los(as) estudiantes puedan seguir desarrollando sus carreras deportivas al más alto nivel con el apoyo de la universidad.
El pasado 26 de agosto, la Universidad Católica promulgó el nuevo Reglamento para Deportistas de Alto Rendimiento de la casa de estudios, estableciendo deberes y derechos de los(as) estudiantes y de la universidad que no estaban contemplados con anterioridad. Cabe destacar que la última modificación que había sido hecha databa del año 1992, es decir, hace casi 20 años. La primera versión del reglamento fue creada en 1984.

Para Jorge Silva, director de Deportes UC, uno de los principales cambios que, a nivel general, supone este reglamento “es que engloba y actualiza una serie de trabajos que se estaban haciendo internamente”, declara, a lo que añade que “la universidad, en el entretanto, había generado una serie de aspectos hacia el apoyo de los deportistas que estudian en nuestra casa”. En ese sentido, la actualización al reglamento viene a normar situaciones que ya se estaban dando desde hace mucho tiempo.

Un aspecto relevante es que se deroga la idea de Deportista Destacado y pasa a llamarse Deportista de Alto Rendimiento, dándole un mayor énfasis a lo que significa ser deportista.  Entre los grandes cambios que implica este nuevo reglamento es que la condición de Deportista de Alto Rendimiento de la UC ya no se obtiene únicamente mediante la Admisión Especial, que suponía el 80% del reglamento antiguo según cuenta el mismo Jorge Silva.  Ahora puede obtenerse, también, durante la permanencia en la universidad.

Además, establece 4 categorías en las que se puede clasificar a un(a) estudiante deportista de alto rendimiento, dependiendo del nivel en el que se desempeñe: Deportista Élite UC, Deportista Élite, Deportista Destacado UC y Deportista Destacado.

En cuanto a lo académico, formaliza flexibilidades en torno a la asistencia a las cátedras: “Queda estipulado, ahí en el reglamento, que se puede modificar la asistencia a una asignatura hasta un 50%. Por ejemplo, si el o la deportista está participando en una competencia, puede justificar y trabajar con la unidad académica ese cambio horario o cambio de práctica”, señala Jorge. A su vez, también en las evaluaciones, se podrá solicitar una modificación horaria de hasta un 50% de estas.

Además, el o la estudiante deportista tendrá prioridad en la toma de ramos cada semestre. Algo que queda de manifiesto en el reglamento es posible leer: “Todo estudiante que, en su condición de deportista de alto rendimiento, no obtuviere vacante en un determinado curso, a través del procedimiento regular, podrá solicitar a la Facultad respectiva que le asigne una vacante supernumeraria la que deberá ser otorgada por la Facultad”.

En palabras de Jorge Silva, la importancia que esto tiene para la universidad es que “el rol nuestro también es un tema de entregarles una carrera a los deportistas, pero que también a su vez no tengan que abandonar lo que están haciendo en materia del deporte. Lo que hace esto es ayudarlos a que puedan seguir ambas cosas”.

Pero para permanecer en calidad de deportista de alto rendimiento, el estudiante debe aprobar el 60% de su carga académica anual, no estar en proceso de revisión de permanencia, según el reglamento del alumno de pregrado, y no contar con sanciones vigentes relativas a la suspensión académica, entre otras regulaciones sobre el rendimiento académico porque “la idea del programa de deportes es ir formando un seleccionado(a) y que además tenga una formación integral”, añade Gabriel Vargas, actual secretario del Centro Deportivo de Estudiantes (CDE). Considera que esta promulgación “es una respuesta a las distintas necesidades de los(as) deportistas, y ha ido de forma paulatina y estratégica priorizando a los(as) seleccionados(as)”.

Algo importante de destacar es que no podrán imponerse obligaciones mayores a las que contrajeron al momento de ingresar a aquellos(as) estudiantes que hubieran entrado al sistema con anterioridad a la fecha de promulgación del nuevo reglamento para los deportistas destacados.

En esta nueva actualización, los cambios en el reglamento se enfocaron en las disciplinas deportivas que representan a la universidad en plataformas deportivas federadas, dejando, sin embargo, abierta la puerta para incluir a otras agrupaciones artístico-deportivas que participan en otras competencias, como los Grupos Selectivos. “Este es un primer gran paso para la compatibilidad deportiva y académica. Es un gran paso para la universidad en ese sentido, que además pone el pie para ir pensando en otras necesidades, como ir incluyendo Grupos Selectivos”, concluye Gabriel.

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